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Pese al dispendió de los recursos y despliegue de la logística para llevar a cabo una reunión temática con investigadores, especialistas y académicos relacionados con la industria minera en el país, en días anteriores por parte de la firma denominada “Esperanza Silver de México S.A.”; el gobernador Graco Ramírez fue enfático frente a la embajadora de Canadá, Sara Hradecky, al ratificar su decisión de no autorizar ni permitir la construcción de una mina para la explotación de oro y plata, en la comunidad de Tetlama, municipio de Temixco, toda vez que representa una peligro para la zona arqueológica de Xochicalco por su cercanía con la pretendida mina, ya que se desconoce hasta donde llega el centro ceremonial.

Argumentó que, “no vamos a permitir que en Morelos, y en especifico en la zona de Xochicalco se realicen proyectos que representen daños irreversibles y que causen afectaciones a la imagen de una zona considerada como patrimonio de la humanidad”.

El gobernador señaló que más que un beneficio, este proyecto representa graves afectaciones no solo al medio ambiente, sino que además causará daños a la salud de los habitantes que residen en las cercanías de la zona, lo anterior derivado de la utilización de arsénico, como material principal para extraer los metales de la mina.

Cuestionado sobre los presuntos actos que la empresa a iniciado para lograr el convencimiento de la gente que habita la zona, y que esta se manifieste a favor del proyecto, a través de la entrega de aparatos electrodomésticos e incluso fuertes cantidades de dinero; Graco Ramírez exhortó a las familias a tener especial cuidado con las ofertas ofrecidas por los empresarios canadienses, pues advirtió que más allá de beneficiarlos se trata de un proyecto que a largo plazo les traerá más afectaciones que acciones positivas. “No vamos a permitir que se engañe a la gente con espejitos, debemos de estar consientes que los daños a la salud que causaría por la implementación del arsénico, son graves y ninguna cantidad de dinero vale la salud de los morelenses”.

Graco Ramírez advirtió que llegarán hasta las dependencias que sean necesarias para lograr la cancelación de las concesiones que fueron entregadas por gobiernos federales anteriores, por lo que se trabaja incluso en una controversia legal, para poder recular dichos permisos de construcción.

El jefe del Ejecutivo precisó que los argumentos de oposición presentados a la funcionaria canadiense, fueron aceptados e incluso no existió por parte de Sara Hradecky, algún intento de convencer al gobierno de Morelos para que se ejecute el proyecto.

Agregó que además fueron detectadas durante un sobre vuelo que se realizó por la zona donde se pretende construir dicha mina, dos grietas de trabajo, por lo que con mayor razón se trata de evitar a toda costa que el proyecto sea llevado a cabo.

Finalmente, el gobernador del estado Graco Ramírez Garrido Abreu, señaló que esta oposición no significará un rompimiento con las autoridades canadienses, pues adelantó existen proyectos a ejecutarse en Morelos, a través de empresas canadienses, detallando que la primera será de una empresa dedicada a la fabricación y venta de autopartes, proyecto que sin duda representará beneficios para la entidad, subrayando que proyectos como este son los que se requieren en Morelos, proyectos que no sean a costa de ocasionar daños al medio ambiente ni a la salud de los morelenses.

Cabe destacar que alrededor de 15 mil hectáreas circundan la zona arqueológica de Xochicalco, y la empresa pretende en una primera etapa explotar por lo menos 700 hectáreas, como parte de la concesión hasta llegar a las 15 mil, y los cerros de El Jumil y Colotepec serían los más afectados con la devastación que dañaría la selva baja caducifolia y, lo más grave es que de autorizarse el centro ceremonial de Xochicalco correría grave riesgo debido a que se encuentra a 500 metros de donde se pretende abrir la mina de tajo abierto y donde se emplearía cianuro dentro de sus procesos para la explotación del yacimiento de oro y plata.